1. Pastrami de Ciervo

El pastrami de ciervo es magro, especiado y con notas ahumadas.

- Gruyère o Comté → aportan notas de nuez y suavidad que equilibran las especias.

- Provolone ahumado → refuerza el carácter ahumado sin sobrecargar.

2. Pastrami de Jabalí

El pastrami de Jabalí tiene sabor más profundo, con mayor intensidad que el de Ciervo.

- Queso manchego curado → contrasta con su intensidad y aporta notas salinas.

- Brie maduro → cremoso, que suaviza y envuelve el sabor robusto.

3. Salame de Ciervo

El salame de ciervo es intenso, especiado y seco.

- Pecorino Romano → potencia el sabor fuerte con notas saladas.

- Queso Brie → permite suavizar la intensidad del Salame

4. Paté de Ciervo y Jabalí

El paté de Ciervo y de Jabalí es suave pero con carácter.

- Camembert → cremosidad que acompaña bien en tostadas con paté.

- Queso de cabra fresco → acidez ligera que equilibra la untuosidad.

- Tomme de Savoie (para Jabalí) → terroso, acompaña el carácter del jabalí.

5. Longaniza de Ciervo y Jabalí

Más intensa y y de sabores ahumados.

- Parmesano en rodajas → aporta textura crujiente y salinidad.

- Gruyère curado → dulzor y carácter lácteo para equilibrar.

6. Jamón Serrano Coppa de Jabalí

Este corte curado es salino, con vetas de grasa y mucho carácter.

- Parmigiano Reggiano → potencia la intensidad y aporta umami.

- Taleggio → cremoso, con toque ácido que equilibra la grasa.

- Queso de oveja curado (Manchego de preferencia) → maridaje clásico de charcutería.